El Bullmastiff con los niños

07.03.2025

¿Es el Bullmastiff un buen perro para familias con niños?

El Bullmastiff es conocido por su presencia imponente y su fuerza, pero detrás de su gran tamaño se esconde un perro noble, equilibrado y sorprendentemente paciente. Por eso, cada vez más familias buscan este maravilloso compañero para convivir con niños. En este artículo te explicamos por qué el Bullmastiff puede ser un gran perro familiar, qué tener en cuenta y cómo garantizar una convivencia segura y feliz.

Un carácter noble y protector

Aunque su apariencia pueda imponer, el Bullmastiff destaca por un temperamento calmado y estable. Son perros muy orientados a su familia y tienen un fuerte instinto protector que los lleva a estar siempre atentos a su entorno.

Con los niños suelen mostrar:

  • Paciencia incluso ante movimientos bruscos típicos de los pequeños.

  • Tolerancia a juegos moderados.

  • Actitud protectora sin ser agresivos.

  • Cariño y cercanía con su familia.

La importancia de una buena socialización

Como con cualquier raza grande, la socialización temprana es esencial. Un cachorro bien criado y acostumbrado desde pequeño a distintos estímulos, sonidos y personas será un adulto seguro y confiado.

En un Bullmastiff correctamente socializado, la convivencia con niños es natural y positiva, siempre que se respete el espacio del perro y se enseñe a los niños a interactuar de forma adecuada.

Educación tanto para el perro como para los niños

El Bullmastiff es inteligente y aprende rápido, pero requiere una educación firme, coherente y basada en el refuerzo positivo.

Del mismo modo, los niños deben aprender algunas normas básicas:

  • No subirse encima del perro ni estirarle las orejas o el rabo.

  • No molestarle cuando duerme o come.

  • Respetar su espacio y su cama.

  • Acercarse siempre de manera tranquila.

Cuando ambas partes aprenden a convivir, la relación suele ser maravillosa.

¿Es seguro un perro tan grande con niños pequeños?

El tamaño del Bullmastiff es un factor a tener en cuenta, pero no en sentido negativo. No es un perro brusco por naturaleza, aunque sí puede derribar accidentalmente a un niño pequeño durante un juego si no se supervisa.

Por eso, se recomienda:

  • Supervisar siempre los juegos entre perro y niños pequeños.

  • Enseñar al perro a controlar su fuerza.

  • Evitar juegos de persecución dentro de casa.

Con estas pautas, la convivencia es muy segura.

Un compañero fiel y tranquilo

Uno de los puntos más favorables del Bullmastiff es su nivel de energía moderado. No es un perro nervioso ni excesivamente activo, lo que facilita la convivencia familiar.

Disfruta mucho del contacto humano, paseos tranquilos, y es feliz participando en el día a día de la familia.

Beneficios para los niños al convivir con un Bullmastiff

Crecer junto a un Bullmastiff puede aportar grandes aprendizajes a los más pequeños:

  • Desarrollo de responsabilidad.

  • Mejora del vínculo afectivo con los animales.

  • Refuerzo de la empatía.

  • Acompañamiento emocional.

  • Sensación de protección y seguridad.


Conclusión: una convivencia llena de cariño y respeto

El Bullmastiff puede ser un perro maravilloso para familias con niños cuando:

  • Proviene de un criador responsable.

  • Ha sido socializado y educado correctamente.

  • Se enseña a los niños a respetar al perro.

  • Existe supervisión en los momentos necesarios.

Con estas bases, el Bullmastiff se convierte en un gigante bondadoso, equilibrado y protector, capaz de formar un vínculo precioso con los pequeños de la casa.



Ainara Inda Otero