La salud del Bullmastiff: guía completa para un cuidado responsable

06.05.2025

El Bullmastiff es una raza imponente, noble y profundamente familiar. Su equilibrio emocional y su carácter tranquilo hacen que sea un excelente compañero dentro del hogar. Sin embargo, como ocurre con todas las razas gigantes, requiere ciertos cuidados específicos de salud para garantizar una vida larga, cómoda y de calidad. En esta guía revisamos los puntos más importantes que todo propietario debe conocer para cuidar correctamente a su Bullmastiff y repasamos los aspectos cruciales para garantizar su bienestar: articulaciones, alimentación, prevención y estilo de vida. 


Un gigante con necesidades especiales

El Bullmastiff es un perro de crecimiento rápido y estructura robusta. Esto implica que:

  • Sus huesos y articulaciones necesitan desarrollarse de manera controlada.

  • La alimentación adecuada influye directamente en su salud futura.

  • El ejercicio debe ser equilibrado, especialmente durante el crecimiento.

Su genética, combinada con su tamaño, exige una crianza responsable y unos cuidados bien orientados desde cachorro


2. Salud articular: el pilar fundamental de la raza

Las articulaciones son uno de los puntos más sensibles en los perros gigantes. En el caso del Bullmastiff, los aspectos más importantes son:

Displasia de cadera y codo

La displasia no es un problema que aparezca repentinamente: suele estar relacionada con la genética, el crecimiento acelerado y el ejercicio inadecuado. Por eso es esencial adquirir un cachorro cuyos progenitores estén libres de displasia con certificados oficiales.

Cómo prevenir problemas articulares

  • Control estricto del peso, especialmente los primeros 18 meses.

  • Evitar suelos resbaladizos.

  • Paseos moderados y evitar saltos o escaleras en exceso.

  • Suplementos condroprotectores recomendados por el criador o veterinario.

Un Bullmastiff con una buena base genética y bien criado tiene muchas más probabilidades de mantenerse sano y fuerte toda su vida.


3. Estómago y aparato digestivo: un punto a vigilar

El Bullmastiff puede ser más sensible de lo que parece a nivel gastrointestinal. Entre los problemas más mencionados están:

Torsión o dilatación gástrica

Es un problema potencial en razas grandes, aunque no extremadamente frecuente. Para prevenir:

  • Reparte las comidas en 2 a 3 raciones al día.

  • Evita que haga ejercicio intenso justo después de comer.

  • Mantén un ritmo de vida tranquilo alrededor de las comidas.

Alimentación adecuada

Una dieta de alta calidad, bien equilibrada en proteína, grasa y minerales, es clave. El exceso de calcio o energía puede influir en problemas de crecimiento. Muchos criadores recomiendan piensos específicos para razas gigantes, que evitan crecimientos demasiado rápidos.



4. Piel, ojos y otras áreas de atención

Aunque el Bullmastiff no suele ser una raza problemática en dermatología, sí existen aspectos a tener en cuenta:

Piel y pliegues

Mantener la piel limpia y seca, especialmente si el perro tiene pliegues marcados. Las irritaciones suelen prevenirse con una higiene adecuada.

Ojos

A veces pueden aparecer:

  • Entropión o ectropión (invertido o caído del párpado).

  • Conjuntivitis leves asociadas al polvo o al viento.

Una revisión temprana y la selección genética reducen mucho estas posibilidades.

Corazón

Al ser una raza gigante, el control cardiaco en la adultez es recomendable. La miocardiopatía dilatada no es común, pero conviene revisarla en ejemplares de cría.


5. Peso, ejercicio y estilo de vida sano

El Bullmastiff es un perro tranquilo, pero eso no significa que deba vivir sedentario. Los paseos diarios, un ejercicio moderado y un estilo de vida estable son fundamentales para su salud física y mental.

Ejercicio adecuado según la edad

  • Cachorros: paseos cortos y frecuentes, nunca ejercicio brusco.

  • Jóvenes: actividad moderada, juegos controlados.

  • Adultos: paseos largos, actividad constante pero sin sobrecargar.

Control del peso

La obesidad es una enemiga silenciosa que afecta:

  • Articulaciones

  • Ritmo cardíaco

  • Resistencia física

  • Calidad de vida

Mantener un peso adecuado es probablemente una de las mejores formas de prevenir enfermedades.


6. Revisión veterinaria y responsabilidad del criador

Buena parte de la salud del Bullmastiff empieza en la selección del criador. Padres y abuelos libres de problemas articulares, cardíacos y oculares reducen notablemente el riesgo de enfermedades en el futuro.

Además, una rutina veterinaria que incluya:

  • Vacunas al día

  • Desparasitaciones internas y externas

  • Revisiones anuales

  • Control del desarrollo en cachorros

será la base de una vida saludable.


7. Expectativa de vida y bienestar

Un Bullmastiff bien criado y correctamente cuidado suele vivir entre 8 y 10 años, aunque no es raro encontrar ejemplares que superan esa edad gracias a:

  • Una genética sólida

  • Un peso controlado

  • Buena alimentación

  • Actividad adecuada

  • Atención veterinaria regular

La clave está en el equilibrio entre cuidado, conocimiento y prevención.



Conclusión

El Bullmastiff es una raza maravillosa, noble y profundamente leal. Su salud depende tanto de su genética como del compromiso de su familia humana. Con una crianza responsable, una alimentación adecuada y un estilo de vida equilibrado, este gigante dulce puede disfrutar de una vida plena y feliz junto a su familia.



Ainara Inda Otero