El crecimiento del Bullmastiff: etapas, cuidados y lo que debes esperar
El Bullmastiff es una raza que impresiona por su presencia, pero detrás de su imponente tamaño hay un proceso de crecimiento muy particular. Comprender cómo evoluciona un cachorro hasta convertirse en un adulto equilibrado y saludable es fundamental para cualquier familia o criador. En este artículo encontrarás una guía clara y completa sobre las etapas de desarrollo del Bullmastiff, sus necesidades en cada fase y los cuidados esenciales para favorecer un crecimiento sano.
1. Etapa neonatal (0–2 semanas): el inicio de todo
Durante los primeros días de vida, los cachorros dependen completamente de la madre. En esta fase:
Apenas pueden ver ni oír.
El olfato es su principal guía.
Su crecimiento es rápido y constante —duplican su peso en pocos días.
El calor y la leche materna son lo más importante.
Es un periodo delicado donde los criadores deben vigilar que todos los cachorros mamen bien y mantengan una temperatura corporal estable.
2. Etapa de transición (2–4 semanas): los sentidos despiertan
A partir de la segunda semana, el Bullmastiff empieza a abrir los ojos y a reaccionar a sonidos.
Comienzan a caminar torpemente.
Empiezan a interactuar entre ellos.
Se desarrolla el carácter básico del cachorro.
Aquí ya se puede ver quién es el más curioso, el más tranquilo o el más atrevido, aunque su personalidad seguirá cambiando.
3. Periodo de socialización (4–12 semanas): la base del comportamiento futuro
Esta es una fase crucial en la vida del Bullmastiff.
Empiezan a comer pienso humedecido.
Descubren juguetes, texturas y sonidos.
Es el momento de introducir rutinas: higiene, manipulación, primeros paseos (cuando el calendario de vacunas lo permite).
También se define gran parte de su confianza y estabilidad emocional.
Un Bullmastiff bien socializado en estas semanas será un adulto seguro, equilibrado y mucho más fácil de manejar.
4. Crecimiento acelerado (3–6 meses): la etapa "adolescente"
En estos meses ocurre una transformación impresionante: el cachorro pasa de ser pequeño y redondeado a empezar a parecer un perro grande.
Desarrollo óseo y muscular muy rápido.
Las patas parecen largas en proporción al cuerpo.
Pueden ser torpes: crecen tan deprisa que les cuesta coordinar movimientos.
Se recomienda evitar saltos, escaleras, brincos excesivos o juegos bruscos con perros grandes.
También es el momento de empezar a formar su educación: límites claros, rutinas y pautas de obediencia básica.
5. Desarrollo estructural (6–12 meses): el cuerpo se define
A partir de los seis meses, el crecimiento empieza a estabilizarse:
Ganan peso y masa muscular de forma constante.
Los machos suelen mostrar más robustez que las hembras.
El pecho comienza a ensanchar.
El carácter se estabiliza un poco, pero todavía tendrán momentos de "rebeldía".
Es importante ajustar la alimentación. Una dieta demasiado rica en calorías puede provocar un crecimiento demasiado rápido, aumentando el riesgo de displasia
6. Adolescencia tardía (12–18 meses): casi adultos, pero no del todo
Muchos propietarios piensan que su Bullmastiff ya es adulto a esta edad, pero no es así.
Las articulaciones continúan cerrándose.
El perro sigue desarrollando musculatura.
Su comportamiento es más maduro, pero puede tener regresiones.
Los machos pueden tardar más tiempo en completar su desarrollo físico y hormonal.
7. Madurez completa (18–36 meses): el Bullmastiff definitivo
El Bullmastiff es una raza de crecimiento lento. No alcanza su verdadera madurez hasta los dos o incluso tres años.
El pecho termina de abrir por completo.
La cabeza gana volumen y expresión.
La musculatura se consolida.
Su temperamento se vuelve estable, noble y protector.
Es aquí cuando aparece el verdadero Bullmastiff: equilibrado, sólido y seguro de sí mismo.
Alimentación adecuada para un crecimiento correcto
Un aspecto fundamental durante todo el crecimiento es la dieta.
Piensos de calidad alta, específicos para razas grandes o gigantes y un contenido/porcentaje de proteína no superior al 28%
Control del peso: un cachorro demasiado gordo es un adulto con más riesgo de displasia.
Repartir la comida en varias tomas según la edad.
Evitar suplementos de calcio sin recomendación veterinaria
Importante los suplementos con glucosamina, condroitina, acido hialurónico y colágeno.
Ejercicio: cuánto y cómo
El Bullmastiff necesita ejercicio moderado, especialmente mientras crece.
Paseos diarios sin excesos.
Evitar juegos de impacto, saltos y escaleras durante el primer año.
Actividades de estimulación mental: olfato, pequeños retos, obediencia.
El objetivo es fortalecer sin sobrecargar las articulaciones.
Señales de un crecimiento sano
Incremento estable de peso.
Movilidad fluida, sin cojeras.
Pelo brillante y buen apetito.
Actitud activa y curiosa.
Si notas cojeras, dolor o un crecimiento demasiado rápido o lento, es conveniente consultar al veterinario.
Conclusión
El crecimiento del Bullmastiff es un proceso largo, apasionante y lleno de cambios. Comprender cada etapa ayuda a criar perros más sanos, equilibrados y seguros. Con una buena alimentación, una socialización adecuada y cuidados específicos, un Bullmastiff se convierte en un compañero noble, estable y verdaderamente especial.
Ainara Inda Otero
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